La legislación europea exige que, en los próximos cinco años, se renueve el 16 % de los edificios menos eficientes. Sin embargo, con un ritmo actual inferior al 0,5 % anual, ni siquiera la meta mínima parece alcanzable, advierten los expertos en eficiencia energética de Exergio, empresa especializada en el desarrollo de plataformas de optimización energética basadas en inteligencia artificial.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los edificios representan alrededor del 30 % de la demanda energética mundial y el 26 % de las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía. Son los mayores emisores y mejorar su eficiencia es clave para cumplir los objetivos fijados en la COP28.
El informe del BPIE, no obstante, identifica problemas recurrentes en toda Europa: objetivos sin mecanismos de aplicación, estándares de rendimiento dispares y ausencia de datos operativos en tiempo real que permitan analizar y ajustar el funcionamiento de los edificios sobre la marcha.
«Las renovaciones profundas prácticamente no se están realizando en el sector de la edificación. Debemos dejar de fingir lo contrario», afirmó Donatas Karčiauskas, consejero delegado de Exergio. «No se puede arreglar lo que no se ve, y ahora mismo nadie está vigilando las cifras en tiempo real. Necesitamos inteligencia digital que detecte ineficiencias ocultas y optimice la gestión energética de los edificios en tiempo real».
BPIE recomienda que los países vayan más allá del consumo total de energía y analicen cómo se reparte entre los distintos sistemas —calefacción, refrigeración, iluminación— y cómo se utilizan los espacios a lo largo del día.
Los expertos señalan que los sistemas de seguimiento de Europa, como Eurostat y el Observatorio del Parque Inmobiliario de la UE, aún están incompletos, aunque ofrecen modelos valiosos para que los Estados recopilen y comparen datos energéticos. BPIE advierte además que la eficiencia no debe medirse solo por el consumo, sino también por la cantidad de energía necesaria para mantener los espacios habitables y confortables.
Según Karčiauskas, ya existen herramientas capaces de cubrir estas carencias. Las plataformas digitales de gestión energética permiten monitorizar en tiempo real sistemas como la climatización, detectar desperdicios y ajustar operaciones en múltiples edificios.
«Los datos son la herramienta de renovación más rápida que tenemos. Coordinando cargas y optimizando controles, las plataformas impulsadas por inteligencia artificial pueden lograr que los edificios funcionen de manera eficiente sin los largos plazos y elevados costes de las rehabilitaciones profundas. Este enfoque operativo, en nuestra experiencia, ha permitido a los propietarios reducir el despilfarro energético hasta un 29 % y recuperar la inversión en un año. La prioridad número uno de los países debe ser convertir las promesas en avances reales», concluyó. 11/08/2025