En sus poco más de dos años y medio de trayectoria, la AEAR ha alcanzado los 31 socios, gracias a las recientes incorporaciones de Carburos Metálicos, la Autoridad Portuaria de Tarragona y la Fundación del Hidrógeno de Aragón.
El director general de la asociación, José Ramón Freire, expresó su “satisfacción” por estas nuevas adhesiones y destacó que “el continuo aumento de socios refleja el interés cada vez mayor que el amoníaco renovable despierta entre empresas del sector energético e industrial, administraciones públicas y autoridades portuarias”.
Freire subrayó que “el amoníaco renovable es una de las moléculas más simples de obtener a partir de electricidad renovable, agua y nitrógeno del aire. Desde AEAR defendemos que debe tener un papel central en el debate sobre soluciones sostenibles para España. Nuestro objetivo es darlo a conocer entre empresas e instituciones, convencidos de que puede convertirse en una alternativa competitiva y estratégica. Su facilidad de almacenamiento y transporte lo convierte, además, en un vector clave para el despliegue del hidrógeno renovable en condiciones seguras y eficientes”.
Durante la asamblea también se puso en valor la importancia del amoníaco renovable en la producción de fertilizantes, un componente esencial tanto para garantizar la soberanía agrícola europea como para la fabricación de productos químicos de alto valor añadido.
En la actualidad, los fertilizantes contribuyen aproximadamente con un 30% a la huella de carbono de los cultivos, debido a que su producción depende mayoritariamente de hidrógeno obtenido mediante reformado de gas natural fósil. En este contexto, el uso de amoníaco renovable se perfila como la vía más eficaz y directa para reducir las emisiones del sector agrícola, que en el caso de España se encuentran entre las más elevadas de la Unión Europea. 29/05/2025